miércoles, 21 de diciembre de 2016

Aparición de Andrea delle Fratte, Italia



Esta es una de las Apariciones aprobadas por la Iglesia y esta es su historia. Como «infiel radical» describe la Enciclopedia Católica al judío Alfonso de Ratisbonne. «Se mofaba de la religión - y después de la conversión de su hermano Teodoro - fue un violento enemigo de todo lo católico» hasta que durante su viaje en Roma fue testigo de una aparición de la Virgen y se convirtió al catolicismo.
El 20 de enero de 1842, al entrar en la iglesia de S. Andrea delle Fratte acompañando a su amigo el barón Teodoro De Bussière que iba a encargar una misa de funeral, tuvo una visión de la Virgen con el aspecto de la medalla milagrosa. «La Virgen no pronunció ninguna palabra, pero yo lo comprendí todo... experimenté un cambio tan completo que creí ser otro, la alegría más ardiente brotó del fondo de mi alma; no podía hablar... no sabría dar cuenta de las verdades de las cuales había adquirido conocimiento y fe. Todo lo que puedo decir es que cayó el velo que tenía ante los ojos; no un solo velo, sino que se desvaneció la multitud de velos que me rodeaba... salí de un abismo de tinieblas», relató durante el proceso canónico que corroboró en 1842 lo sobrenatural del hecho.
Se ordenó sacerdote en 1847 y entró en la Compañía de Jesús. Años después dejaría a los jesuitas para unirse a su hermano Teodoro, también sacerdote, a los Religiosos de Nuestra Señora de Sión. El resto de su vida trabajaría en Tierra Santa en la conversión de judíos y musulmanes y allí construiría diversos conventos, escuelas y orfanatos.
Fuerteventura, 21 de Diciembre de 2016

Virgen de la Barca, Muxía



Nos acercamos a Navidad y aprovecho para desear unas Felices Fiestas y un Próspero Año Nuevo  a todos los lectores. Viajamos en Diciembre a Galicia, Tierra Mágica por naturaleza y a una aparición que se encuentra entre la tradición y la leyenda.
Una de las apariciones de la Virgen, aparte de Zaragoza y Pontevedra, que ocurrieron en España cuando ella todavía estaba en vida (es decir, practicaba la bilocación o tenía la capacidad de estar en dos lugares a la vez, así como muchos santos… y no tan santos) es la acontecida en Muxía, localidad perteneciente a la gallega provincia de La Coruña.
Este lugar destacado de la geografía mariana está presidido por el santuario de la Virgen de la Barca y bañado casi por las olas atlánticas al encontrarse en la orilla de dicho océano. Se la alude como Virgen de la Barca por la historia de la aparición de la Virgen en este mismo lugar al mismísimo Apóstol Santiago, con el que guardaba una gran amistad y aprecio según queda mostrado en sus constantes ánimos que le da en el viaje del Apóstol sobre todo en la Hispania de la época.
Según cuenta la tradición, que nunca se debe de olvidar, el Apóstol Santiago se encontraba en las tierras gallegas en la frontera del mundo conocido en esos tiempos. Estaba un tanto alicaído y triste, ya que no conseguía apenas seguidores de la nueva religión cristiana en la Península. Melancólico, Santiago se hallaba sentado viendo el océano Atlántico tan abismal en medio de una tormenta.
La tristeza de repente se vio interrumpida por algo. En medio de la tormenta vio cómo una especie de barca se acercaba a la costa. Pero no era una embarcación cualquiera, sino que estaba hecha por piedras.
En esta barca iba a bordo ni más ni menos que la Virgen, que se acercaba a para dar ánimos a su amigo Santiago como ya lo haría en Zaragoza encima de ese pilar (de ahí Virgen del Pilar y su Basílica), en aquellos momentos oscuros del alma del Apóstol.

Al dar el mensaje de ánimo, de decirle que su misión en Hispania ya había acabado, Santiago decidió levantar en ese mismo lugar, en Muxía, un santuario para rendirla culto por su ayuda.
Además se cuenta que la barca de piedra que transportaba a la Virgen se quedó allí en forma de dos piedras: la piedra de Abalar y la piedra de Cadrís, que se dice de ellas que guardan poderes de sanar y capaces de obrar milagros.

Piedra de Abalar
La Piedra de Abalar se cuenta que emite un ruido poco habitual, como si gritase, cuando alguien el que sube a ella está libre de pecados. Además si la usas de cama, puede curarte la esterilidad.
La Piedra de Cadrís según la tradición tiene la capacidad milagrosa de curar aquellos males renales y el lumbago a aquellos que pasen 10 veces por debajo de ella.
El santuario de la Virgen de la Barca fue víctima el día de Navidad de 2013 del impacto de un rayo y se quemó muchas de las cosas que había en él. Ahora mismo se trata de reconstruir para que esta maravillosa historia digna de la España más mágica pase a las siguientes generaciones.
Fuerteventura, 21 de Diciembre de 2016

domingo, 28 de agosto de 2016

La Virgen de Monserrat, Cataluña



Como recordábamos en la entrada anterior del Blog, nos toca visitar Monserrat y a su Virgen, la imagen, tallada en madera, es un buen ejemplo del arte románico. La estatua está sentada y mide 95 cm., un poco más de tres pies de altura. De acuerdo con el estilo románico, la figura es delgada, de cara alargada y delicada expresión. Una corona descansa sobre la cabeza de la Virgen y otra adorna la cabeza del Niño Jesús, que está sentado en sus piernas. Tiene un cojín que le sirve de banquillo o taburete para los pies y ella está sentada en un banquillo de patas grandes, con adornos en forma de cono.
El vestido consiste en una túnica y un manto de diseño dorado y sencillo. La cabeza de la Virgen la cubre un velo que va debajo de la corona y cae ligeramente sobre los hombros. Este velo también es dorado, pero lo realzan diseños geométricos de estrellas, cuadrados y rayas, acentuadas con sombras tenues. La mano derecha de la Virgen sostiene una esfera, mientras la izquierda se extiende hacia adelante con un gesto gracioso. El Niño Jesús está vestido de modo similar, por su puesto, con excepción del velo. Tiene la mano derecha levantada, dando la bendición, y la izquierda sostiene un objeto descrito como un cono de pino.



Casi toda la estatua es dorada, excepto la cara y las manos de la Virgen, y la cara, las manos y los pies del Niño. Estas partes tienen un color entre negro y castaño. A diferencia de muchas estatuas antiguas que son negras, debido a la naturaleza de la madera o a los efectos de la pintura original, el color oscuro de Ntra. Sra. de Montserrat se le atribuye a las innumerables velas y lámparas que se han encendido ante la imagen día y noche.

Con el transcurso del tiempo el humo se ha ido introduciendo en la figura, ennegreciéndola gradualmente. Por esto la llaman por cariño La Morenita. En virtud de esta coloración, la Virgen está catalogada entre las Vírgenes Negras, y la estatua goza de gran estima como un tesoro religioso y por su valor artístico.
Origen
No se sabe nada acerca del origen de la estatua, aunque cuenta la leyenda que unos pastores estaban pastando sus ovejas cerca de Montserrat y descubrieron la imagen de madera en una cueva, en medio de un misterioso resplandor y cantos angelicales. Por órdenes del obispo de llevarla a la catedral, comenzó la procesión, pero no llegó a su destino, ya que la estatua se empezó a poner increíblemente pesada y difícil de manejar. Entonces fue depositada en una ermita cercana, y permaneció allí hasta que se construyó el monasterio de hoy en día.
Esta leyenda no se ha podido confirmar. También se cree que los primeros monjes del lugar consiguieron una estatua que fuera de acuerdo con la iglesia románica original. Se cree que dicha estatua es la misma que ahora se venera y que fue puesta cerca del retablo o contra una pared, ya que lo negro de la estatua no está cuidadosamente distribuido.
La estatua está ubicada en lo alto de la pared de una alcoba que queda detrás del altar principal. Directamente detrás de esta alcoba y de la estatua se encuentra un cuarto grande, llamado el Camarín de la Virgen. Este camarín puede acomodar a un grupo grande de personas, y desde ahí se puede rezar junto al trono de la Stma. Madre. A este cuarto se llega subiendo una monumental escalera de mármol, decorada con entalladuras y mosaicos.
Badalona, Mayo 2002

Buscando a María, Apariciones Marianas



Lourdes, Marzo 2004

Gracias a mi trabajo, durante más de diez años he tenido la posibilidad de recorrer España de norte a sur y de este a oeste en innumerables ocasiones. Aprovechando el tiempo libre para visitar los diversos centros de peregrinación más representativos de la geografía peninsular e insular. Desde Candelaria, en Canarias hasta Covadonga, en Asturias. Desde Galicia, mi tierra natal, hasta la Virgen de la Peña, en Fuerteventura, la tierra que me acoge desde el 2005. Desde el Rocio, en Andalucía, hasta Monserrat en Cataluña. 
Recuerdo como si fuera ayer las excursiones de fin de semana desde San Sebastián- Donosti hasta el Santuario de Lourdes, Sur de Francia y las escapadas a Fátima, en Portugal, cada vez que tenía un hueco en la Agenda. No voy a describir lo maravilloso de sus paisajes, ni la energía que se respira en todos ellos, ni las sensaciones vividas en cada sitio, sensaciones muy diferentes y sentimientos antagónicos, para que negarlo, en algún caso.
Investigando, grabando, fotografiando y recopilando multitud de documentos y testimonios sobre las apariciones Marianas. Los años van pasando, pero mi búsqueda de María no cesa. Nuestra próxima parada, Monasterio de Monserrat.
Fuerteventura, 28 de Agosto de 2016